Las lluvias, huaicos e inundaciones provocados por el fenómeno de El Niño costero tienen como consecuencia, hasta el momento, 75 muertos, 626 298 afectados y 99 475 damnificados; además, en la capital de Perú, el corte del servicio de agua potable afectó a más de 27 de los 49 distritos en Lima y Callao. Debido al lodo, troncos y otros residuos sólidos que fueron arrastrados con los huaicos hasta la planta de tratamiento La Atarjea de Sedapal resultó difícil la captación de agua. 

Para muchos de nosotros, que estamos más que acostumbrados a abrir el caño de nuestras cocinas y ver caer agua, abrir las duchas de nuestras casas y bañarnos con total tranquilidad, a bajar la palanca de nuestros inodoros y dejar que el agua se lleve nuestros excrementos, estos días han sido anómalos, desafortunados, casi una pesadilla a causa de la falta de agua.

Pero es necesario tener en cuenta que son millones, 8 millones hasta hace un año, las personas en nuestro país que viven día a día lo que nosotros hemos tenido que vivir estos, apenas, cuatro días.

Personas que esperan la llegada de los camiones cisterna para abastecerse y no enloquecen, que no cuentan- y probablemente nunca han contado- con los servicios de agua potable ni desagüe, y que se encuentran constantemente expuestas a enfermedades gastrointestinales, entre otras. Esto, a pesar de ser el octavo país con más reservas de agua a nivel mundial.

En Lima, Asentamientos Humanos de distritos como San Juan de Miraflores, Villa María del Triunfo, San Juan de Lurigancho, Puente Piedra o Carabayllo han tenido que, y continúan haciéndolo, ver la manera de existir sin este servicio básico que distritos como San Isidro, Miraflores, La Molina, San Borja o Lince derrochan. Según una lista publicada por Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento, Sunass, en febrero de este año, esos son los distritos que más consumo de agua tienen por persona.

Mientras, según la Organización Mundial d la Salud (OMS), el consumo al día por persona debería ser 100 litros de agua para cubrir todas sus necesidades, vemos que en distritos como Lurigancho Chosica o Pachacámac una persona consume menos de 40 litros. Por el contrario, la cantidad básica indicada por la OMS se triplica y hasta cuadriplica en distritos como San Isidro y Miraflores, en donde una persona consume alrededor de 400 litros diarios.

Debemos ser conscientes, no solo de cómo venimos malgastando este recurso, sino también de la desigualdad en la que vive sumida nuestro país, conscientes de las luchas que por el agua atraviesan peruanos y peruanas, dejar de ser ajenos a nuestra realidad a pesar de que no nos afecte directamente. Si no contar con agua estos cuatro días sirve de algo, que sea para eso, para que- desde nuestros privilegios, desde nuestras carreras o desde la posición en donde nos encontremos- luchemos por que nuestro Perú sea un lugar menos desigual, más digno y mucho más justo.


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